El perfil profesional del cuidador de mayores: funciones y cualidades

cuidador de mayores

El cuidador de mayores, cuidador de ancianos, o simplemente cuidador, es un profesional especializado en la atención y asistencia de personas que pertenecen a la tercera edad, y que generalmente tienen dificultades de movilidad o padecen enfermedades que limitan su capacidad de autogestión.

Esta profesión tiene hoy una fuerte demanda, en general porque la esperanza de vida en el mundo es cada vez más alta. Y de manera particular, en este momento que vivimos en el que las personas de avanzada edad se han visto especialmente vulnerables.

Eso sí, para ejercer como cuidador de mayores es preciso cumplir con un perfil en el que se combinan conocimientos, habilidades y competencias. Algunas de ellas son en cierto modo innatas, pero también se pueden adquirir, desarrollar y potenciar con programas de formación especializados.

Las funciones del cuidador de mayores

Cuidar de personas mayores es algo más que estar a su lado y vigilarlas. El profesional especializado en el cuidado de ancianos debe realizar labores complejas a diario. En general sus tareas son:

Supervisión constante

Los ancianos, sobre todo aquellos que padecen enfermedades como Alzhéimer o demencia senil, tienden a comportarse como niños. Ellos no son conscientes del peligro o de la imprudencia que implican ciertos comportamientos en su estado. Por eso, la primera función básica de un cuidador de mayores es vigilarlos en todo momento.

Asistencia a las necesidades básicas

Alimentación, aseo personal, vestirse… todas las tareas cotidianas y necesarias que en principio no representan ningún problema, para el anciano habitualmente se convierten en un desafío que supera con la asistencia de su cuidador.

Acompañamiento

Los ancianos requieren más que otras personas de compañía. Pero esta compañía va más allá de simplemente estar con ellos. Los ancianos necesitan alguien que los escuche, que les brinde empatía, amor, cariño… Todo ello contribuye a que no sufran de depresión y aumente su autoestima.

Asistencia médica

La mayoría de los ancianos sufren enfermedades asociadas con la edad, como el Alzhéimer o la diabetes. Esto implica tomar medicamentos a horas precisas durante el día, seguir dietas específicas o realizar terapias físicas en algún momento. Por supuesto, ellos no pueden hacer todo esto por sí solos. Necesitan la ayuda de sus cuidadores.

Elaborar un plan de trabajo

Una adecuada planificación representa una buena parte del éxito en cualquier tarea. Al iniciar su trabajo, el cuidador de ancianos necesita diseñar un plan basado en las condiciones de salud, de movilidad y de atención que requiera su paciente. Este plan debe atender también, las necesidades de la familia y los recursos físicos disponibles para realizar la tarea.

Nutrición y alimentación

Algunos cuidadores asumen directamente la función de preparar los alimentos para sus pacientes. Otros solo deben revisar los alimentos e instruir a la persona encargada acerca de las restricciones y los requerimientos nutricionales que tiene el anciano.

Movilidad y actividades lúdicas

Muchos mayores padecen restricciones de movilidad. Acciones como salir de la cama o sentarse a la mesa pueden representar un problema. Otros ancianos dependen de instrumentos auxiliares como muletas o silla de ruedas. Es deber del cuidador asistir al anciano en sus desplazamientos, pero también acompañarlo y promover actividades lúdicas, deportivas, de esparcimiento, juegos, lecturas, todo aquello que ayude al paciente a llevar una vida activa, plena y feliz.

El perfil del cuidador de mayores

Ya sabemos que hace un cuidador de ancianos a diario. Pero ¿qué cualidades y capacidades debe reunir para cumplir con estas funciones con la debida eficiencia?

Querer hacerlo

Es lo que algunas personas conocen como vocación. Sin duda, este es un trabajo que no se puede hacer porque no hay otra cosa que hacer. Es preciso, además de “poder hacerlo”, “querer hacerlo”. Este es un oficio que requiere dedicación física y mental que no se puede ofrecer si no se cuenta con la vocación.

Amabilidad, calidez y empatía

El cuidador de ancianos es un profesional amable, respetuoso, que sabe gestionar sus emociones y mostrar su mejor versión a su paciente y a sus familiares. Solo así podrá atender a las personas mayores con la empatía y comprensión que necesitan.

Paciencia y capacidad de servicio

Los ancianos y los niños se parecen mucho. En el cuidado de unos y de otros se requiere mucha paciencia. La paciencia es una habilidad que se puede desarrollar y está estrechamente vinculada a la capacidad de servicio. Querer servir es el comienzo para el desarrollo de la paciencia como habilidad.

Buenas capacidades de comunicación

El cuidador de ancianos también necesita contar con muy buenas habilidades de comunicación. No solo para entender a su paciente y hacerse entender por él. La comunicación resultará esencial para superar conflictos en el momento de tratar con los familiares y amigos del paciente, o informar al personal médico u otros profesionales que asistan al anciano.

Saberse cuidar a uno mismo

Una persona no puede cuidar a otra si no sabe cuidarse ella misma. Así, el cuidador debe ser una persona que tiene un buen estado físico, que se alimenta bien, que realiza actividades que promueven pensamientos positivos, que es observadora y ejercita su cuerpo y su mente.

El cuidador de ancianos es un profesional que luce impecable en su aseo, su vestuario y su apariencia física en general. Proyecta una actitud positiva en todo momento, y se prepara día a día para dar lo mejor de sí para su paciente y todas las personas que conforman su entorno familiar y social.

¿Cómo llegar a ser cuidador de mayores?

Las cualidades y características que conforman el perfil del cuidador de adultos mayores son importantes y definitivas para desempeñar esta profesión. Por ese motivo, para ser cuidador de ancianos conviene esforzarse en desarrollarlas. Además, se requieren conocimientos específicos, sobre todo cuando se trata de atender personas con condiciones muy especiales.

Para ello es importante realizar programas de formación adecuados, que ofrezcan esos conocimientos necesarios para desempeñar esta profesión con calidad y excelencia. Asesoría Plan-A cuenta con dos programas especializados en la formación de personas mayores que comparten este propósito.

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