Las carretillas elevadoras son equipos utilizados en el movimiento, recepción o almacenaje de carga por un carretillero profesional. Existen varios tipos de carretillas elevadoras que se diferencian entre ellas por su propósito, su rendimiento o su forma de funcionamiento.
La diversidad de tipos de carretillas elevadoras se debe a las diferentes necesidades de cada empresa. Estas pueden depender de características específicas de la carga a movilizar, e incluso del área disponible para circular dentro de la bodega o almacén en que se manipulará la carga.
Veamos cuáles son los principales tipos de carretillas elevadoras según su fuente de energía.
Diversos tipos de carretillas elevadoras
Explicamos 3 tipos de carretillas elevadoras, de acuerdo con el sistema de alimentación:
1. Carretilla Elevadora Eléctrica
Este tipo de carretillas elevadoras se alimenta de la energía eléctrica almacenada en sus baterías. Son indicadas para lugares cubiertos, a salvo de la lluvia, como depósitos, galpones, almacenes o cámaras frigoríficas.
Son aparatos extremadamente versátiles, flexibles y poco ruidosos. Por lo general, estas carretillas tienen torre de elevación, lo que hace posible levantar cargas en paletas a varios metros del suelo. Pero también pueden movilizar carga en paletas a nivel del suelo.
Por supuesto, la alimentación eléctrica supone grandes beneficios en lugares en donde se dispone de electricidad constante; no así, en puertos o zonas rurales en donde suele ser difícil encontrar terminales eléctricas disponibles.
2. Carretilla elevadora manual
Así se conocen los tipos de carretillas elevadoras que operan esencialmente con la fuerza motriz humana. A pesar de ello, el operario no debe poseer una fuerza sobrenatural para manejar estos aparatos, ya que su sistema neumático facilita la labor.
La torre de elevación cuenta con un sistema de poleas que disminuye en gran medida el esfuerzo necesario para elevar una carga de peso significativo. Resulta evidente que el gran beneficio de este aparato se encuentra en el ahorro en coste de energía o combustible, necesario en otros tipos de carretillas elevadoras.
Dentro de esta clase de carretillas, las manuales, encontramos diversidad. Unas son las de plataforma, que operan tan solo a nivel del suelo. Otras poseen torres elevadoras que las hacen más funcionales.
Algunas carretillas elevadoras manuales, operadas por la fuerza de un hombre, simultáneamente, gracias al movimiento constante, cargan un motor eléctrico. Así durante algunos periodos de tiempo pueden ser operadas con este sistema.
3. Carretillas elevadoras con sistemas de combustión interna
Dentro del grupo de carretillas elevadoras dotadas con motores que se alimentan con combustibles fósiles, tenemos:
Carretillas elevadoras de gas
Utilizan gas natural o GLP (gas licuado de petróleo). Este tipo de combustible les otorga mayor capacidad de carga en comparación con las carretillas manuales o eléctricas.
Su deficiencia está en que el sistema de combustión es altamente contaminante y hay que tomar precauciones. El humo que producen puede ser nocivo en bodegas cerradas, por lo cual son más utilizadas en espacios abiertos, como zonas portuarias, por ejemplo.
Carretillas elevadoras diésel
El diésel es un combustible común, más accesible que el gas, lo que las hace muy funcionales en diversos lugares. Su capacidad operativa es aún mayor que la de las carretillas a gas, e incluso que las que operan alimentadas por gasolina.
Carretillas elevadoras de gasolina
Las carretillas elevadoras de gasolina, al igual que las demás que operan con combustión interna, generan humos tóxicos. Por ello, no deben emplearse en lugares cerrados y reducidos.
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