Un ambiente de trabajo sano y seguro es aquel en que, los trabajadores y los profesionales de la seguridad en el trabajo, colaboran para obtener la mejora continua de las condiciones de protección, salud, seguridad y bienestar para todos.
La seguridad en el trabajo implica considerar elementos basados en las necesidades identificadas de los trabajadores:
- Cuestiones de seguridad y salud en el entorno físico de trabajo.
- Cuestiones de seguridad, salud y bienestar en el medio ambiente psicosocial de trabajo.
- Recursos personales para la salud en el entorno de trabajo, lo que incluye apoyo e incentivos para la adopción de estilos de vida sanos.
- Formas de participación de la comunidad para mejorar la salud y la seguridad en el trabajo; por ejemplo, entraría en este punto tener en cuenta a las familias de los trabajadores y a todos aquellos que formen parte de la comunidad empresarial (alta dirección, socios, proveedores, contratistas…).
La importancia de la seguridad en el trabajo para trabajadores y empleadores
Debido a la creciente presión social y a las mayores expectativas de los consumidores, se espera que las empresas vayan cada día más allá de las exigencias legales, en temas relacionados con la prevención en el trabajo.
Por ello, se han de crear entornos de trabajo saludables y seguros para los trabajadores, así como prevenir enfermedades o la ocurrencia de accidentes que generen lesiones o, en el peor de los casos, la pérdida de vidas.
Existen varias herramientas que les permiten a las empresas crear ambientes de trabajo saludables, seguros y confortables. Sin embargo, la mayoría reacciona cuando ocurre un accidente y no abordan la adopción de un modelo más amplio de buenas prácticas que permitan prevenir que estos sucedan, así como gestionar los riesgos existentes para la seguridad en el trabajo.
5 claves para alcanzar la seguridad en el trabajo
El liderazgo y la formación en seguridad en el trabajo son dos claves para garantizar espacios saludables y libres de accidentes. Contar con un programa de capacitación de alta calidad podría ser nuestra primera recomendación. Pero, además, puedes seguir estas 5 recomendaciones:
1. Realizar una evaluación de riesgos
El trabajador, la empresa y los profesionales encargados de la seguridad en el trabajo deben evaluar los riesgos para identificar los peligros existentes. También han de analizar la probabilidad de ocurrencia y el impacto que generaría esta.
La evaluación de riesgos va más allá de identificarlos y categorizarlos. Es preciso emprender acciones, gestionarlos. De este modo, lograremos eliminarlos de ser posible, mitigar su impacto, transferirlos, compartirlos o, en última instancia, convivir con un nivel aceptable de tolerancia.
2. Conocer los derechos y responsabilidades de empleados y empleadores en la seguridad en el trabajo
En nuestro país la norma que reglamenta lo relativo a la prevención de riesgos laborales, es la Ley 31 de 1995. Esta norma nos indica que todos los trabajadores deben conocer los procesos de prevención, contar con la adecuada formación y tener conciencia de los riesgos a los que están expuestos en su lugar de trabajo.
La regulación obliga a las organizaciones a involucrar a los trabajadores en el sistema de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo. Se hace necesario, por tanto, contar con programas de formación eficaces y de alta calidad que permitan cumplir este propósito.
3. Dotar a los trabajadores del EPI
Desde un oficinista, hasta el operario que debe manipular herramientas que implican un alto riesgo en considerables alturas, todos los trabajadores deben disponer de un EPI (Equipo de Protección Individual). Dependiendo del tipo de trabajo, este aporta protección auditiva, ocular, respiratoria, facial, de piernas, pies, etc.
Esta no es solo una buena práctica de seguridad en el trabajo; Se trata de una exigencia contenida en el Real Decreto 773/1997, el cual detalla las condiciones y las características que deben reunir estos equipos.
4. Suministrar capacitación para el puesto del trabajo y orientación laboral
Muchos de los accidentes ocurren durante los primeros meses en el puesto de trabajo. Esto evidencia la falta de capacitación y de orientación que recibió el trabajador para desempeñar un determinado oficio o puesto de trabajo.
Antes de entregar una máquina o una estación de trabajo a un empleado nuevo, es preciso que pase por un curso formativo. Con él conocerá los riesgos a los que está expuesto y las medidas de seguridad a tener en cuenta.
5. Promover una cultura de salud y seguridad en el trabajo
Esto se logra adoptando códigos éticos y sociales como parte del trabajo diario, lo que en su conjunto se conoce como “cultura de salud y seguridad en el trabajo”.
Esto hará que los trabajadores asuman su responsabilidad y la de sus familias dentro del sistema de seguridad laboral. Evitarán así riesgos innecesarios y colaborarán en la promoción de los programas de prevención de accidentes y de salud en el trabajo.
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